Hace veinticinco años, bajo la sombra tutelar del artista incesante Omar Rayo, y cuando su museo era apenas una deleitosa quimera, se inauguró un encuentro anual de voces femeninas, que ya es parte de la tradición lírica del país, y por donde han desfilado, portando sus fantasmas de tinta y neblina, las más disimiles artífices del verso.
En 2009, con la dirección de la escritora Águeda Pizarro, el ritual regresa del 16 al 21 de julio, convirtiéndose en una convocación a la memoria sensible, una concitación de la vida en su dimensión más preciosa y una brújula esencial para capturar a la evasiva belleza.
El encuentro, como en sus anteriores versiones, dará cabida a la poesía culta y a las expresiones raizales, para dibujar un mapa totalizante de la poesía urdida por las mujeres.
Las Cantadoras del Patía, las indígenas del resguardo de Silvia (Cauca), Las Almanegras María Teresa Ramírez, Elcina Valencia y Mary Grueso, rememorarán con sus recitales el soplido ancestral de la raza, las antiguas jornadas y las invisibles canciones de gesta del pueblo.
Gloria Cepeda Vargas, Olga Elena Mattei y Marga López, verdaderas instituciones de ese festival, lo que les ha hecho merecedoras del nombre de Almadres, aportarán con su canto la visión personalísima de la mujer moderna, cargada de obsesión cósmica y de angustia planetaria; a su lado estarán hacedoras más jóvenes, como Lucía Estrada y Amalia Lu Posso. También habrá un espacio para las artes plásticas y el teatro.
La gran homenajeada del evento será la poeta Meira del Mar, recientemente fallecida.
¡Roldanillo la poesía es el último gran acto de fe