Cartas de los lectores No. 88

LA INDUSTRIA DEL APOCALIPSIS. En efecto, como dice Gonzalo Márquez Cristo en su columna: los primeros días de la llamada “pandemia” me recordaron mucho las novelas de Defoe y de Camus Parece que en México hay un paulatino regreso a la calma. Aquí hay una indignación y furia particulares contra los chinos y los argentinos y luego los cubanos. Los chinos -que han puesto en cuarentena a mexicanos en varias ciudades sin que tengan ninguna síntoma de gripa- escondieron el SAHR y la epidemia aviar por varios meses; ahora resulta que te discriminan por el solo hecho de ser mexicano. Vaya ética ejemplar. Por un mexicano que vive en Argentina hay 2.000 argentinos que viven en México, muchos de los cuales vienen de varias generaciones -desde los años sesenta-, que hemos recibido con mucho gusto luego de sucesivas dictaduras, y una gran mayoría, para nuestro bien, son y se sienten mexicanos. Ahora a mexicanos o argentinos que van allá desde México, los tratan como apestados sin que haya la menor huella de que tengan, ya no la influenza, sino la mínima gripa. Y lo hace un gobierno que se dice progresista. Y la ministra de Salud nos llama un hermano enfermo porque de 110 millones de habitantes tenemos 800 casos y 26 muertos. Y la ministra parece olvidar que allá tienen 60.000 casos de dengue. Es admirable su aritmética. De todos los casos es el que me parece el más nauseabundo.

Lo del gobierno de Cuba es despreciable. Revisa la historia de México para con ella desde hace 50 años. Pero si lo ves en frío, ni ganamos ni perdemos, aunque será difícil que los mexicanos lo olviden. ¿No dicen tener los cubanos el mejor sistema de salud de Latinoamérica? Lo de Ecuador y Chile, mira, me parece más bien de risa: lo que mandan son en su gran mayoría migrantes que quieren cruzar a Estados Unidos. Por el contrario, los Estados Unidos y la Unión Europea (salvo en un principio Francia) y la Organización Mundial de la Salud le han dado su justa proporción. Yo creo que a muchos nos será difícil olvidar. Marco Antonio Campos, poeta mexicano

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ESTIMADO GONZALO MARQUEZ: con su certera intuición de poeta, ha dado una vez más en el blanco: los temores sobre la gripa porcina, o como se llame, son desproporcionados y casi delirantes en su artificiosidad y están destinados como usted lo dice a múltiples funciones de manipulación de masas. A más de las que usted menciona acertadamente, considero que no es por casualidad que se infla y exagera desmesuradamente ese riesgo, precisamente ahora. A mi juicio, es otra más de las maniobras de distracción, que quieren desviar la atención de la grave crisis mundial del sistema, la cual no es solamente un episodio económico pasajero, sino una crisis estructural. ¿Cómo explicarse que El Tiempo dedique cuatro columnas en primera página para decirnos que el único caso de gripe que se ha detectado en Colombia ya está "fuera de peligro", mientras, a sabiendas, calla durante años, o no cunde las alarmas, respecto al hambre crónica (en diversos grados) de cerca de 26 millones de colombianos, que reciben menos del salario mínimo. ¿Y por qué si a los grandes medios y agencias de noticias a escala mundial los preocupa súbitamente la salud de los países subdesarrollados, apenas han mencionado los más de treinta millones de enfermos del sida que hay en África, desde hace dos décadas, y la responsabilidad que tienen Europa y E.U. en ese drama, etc.? ¿Cómo es que las 3.000 masacres que se han cometido en los últimos años en Colombia y los más de mil crímenes horrendos (llamados eufemísticamente "falsos positivos") no escandalizan, en la proporción que les correspondería, desde hace años, a la prensa mundial procapitalista, empezando por la nuestra? Para quien haya visto los programas más recurrentes y típicos de la TV internacional de procedencia estadounidense, es evidente que hay una inclinación por las catástrofes sin salida, como cuando se muestran los estragos ecológicos que causa la economía consumista, sin que se sugieran siquiera, salidas posibles y concretas. Esos comentarios muestran también cuánto gana la crítica social cuando es un poeta el que se ocupa de ella. Eduardo Gómez, poeta colombiano

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GRIPE PORCINA: La columna de Márquez Cristo es muy ilustrativa sobre la ignorancia y los efectos perniciosos de la desinformación. En parte, en México, hay culpa local porque no se manejó el asunto con la claridad que se requería. Quizás se deba también a la incompetencia de nuestras autoridades sanitarias, pero con mayor certeza se debe al manoseo de una lucha electoral ya en puerta. En fin, la sociedad, y sobre ello he escrito un texto que saldrá en nuestra siguiente La Otra-Gaceta: "No hay tos, son las malas influenzas". Me refiero a la descomposición nacional e internacional de nuestra política, de las tribus y partidos que no hacen nada por sus electores y la cosa sigue igual. Esta crisis sanitaria viene a demostrar una cosa, la sociedad mexicana responde bien, es disciplinada y prudente, sin necesidad de líderes, se auto organiza cuando lo requiere. Sería magnífico darle un castigo ejemplar a la clase política que sólo ha llevado agua para su molino, o para el de cada uno de sus personajes. Aquí decimos no hay tos, para decir, no hay problema. Es una expresión de los años sesenta y setenta y va un poco en desuso, pero me gusta porque manifiesta que no hay síntoma de enfermedad. No somos el hermano enfermo, aunque sí el pariente con muchos problemas que le impiden crecer y demostrar la fuerza de su cultura. Voy a reproducir el texto de Márquez Cristo en la página web de La Otra: www.laotrarevista.com un sitio muy visitado, para no perder la coyuntura de esta situación de apestados que nos están imponiendo "hermanos" y vecinos distantes. Es decir, a los males se le suman males. Va un abrazo, José Angel Leyva, poeta y ensayista mexicano

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Estimado Gonzalo Márquez: Soy argentina y soy poeta. He leído su artículo con mucha atención, lo mismo que al resto de la revista. Por eso, cuando leí los nombres de los colaboradores en el exterior, vi que por Argentina estaba el nombre de Renato Sandoval, amigo poeta peruano que vivió una temporada en el país. Lo felicito por la valentía de sus juicios. Saludos cordiales, Cecilia Romana, poeta argentina

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Estimados Colegas, No sé por qué razón, pero estoy recibiendo hace un tiempo su periódico, tal vez sacaron mi dirección del directorio de la FIL de Guadalajara. De cualquier modo muchas gracias, siempre los leo. Pero hoy ante el ataque a México, me decidí a escribirles, pues el artículo de Gonzalo Márquez me gustó mucho. Y para darle a la gente una inyección de fuerza me gustaría que publicaran el capítulo que les anexé de Florece y Prospera, pues ahí el autor nos da un arma que nunca falla, cuando uno o una nación en este caso es atacada.... Charo Nicola. Bridge Publications, Inc

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EL ARTÍCULO DE MÁRQUEZ CRISTO “La industria del apocalipsis” me pareció buenísimo, me encantó, es lúcido, claro y sabio. Qué más puedo decir, sólo dar las gracias y que lo publicaré en mi Blog. Lila Calderón, poeta chilena

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LA EPIDEMIA DEL MIEDO. El miedo es una energía que se propaga con muchísima más velocidad que cualquier epidemia. No trae nada bueno a nuestras vidas, sólo inseguridad, enredo y desencanto. Un gran Maestro del siglo pasado, Param Sant Kirpal Singh Ji Maharaj, nos hizo ver cómo esta nueva era, la edad de oro, no va a estar precedida por una gran catástrofe sino por un gran cambio en los corazones humanos. Es una era donde el amor y la compasión se anida en cada corazón. El cambio viene de cada persona individualmente. La paz no se consigue en la mesa de negociaciones, es un asunto de progreso interior, de experiencia interior. Graciela Rueda

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FRAUDE IDEOLÓGICO. La mente monstruosa de algunos seres humanos continúa hoy aterrorizando la conciencia débil e ignorante de muchos individuos. Saludable para muchos el artículo anti-apocalíptico del escritor Gonzalo Márquez. Bien que se denuncie el fraude ideológico que se manipula a través de los medios, tal vez para obtener beneficios o someter, con artificios de terror, a quienes creen en cierta bondad mediática. Yezid Morales

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He leído con verdadera fruición casi todos sus números y me he tomado el trabajo de revisar el archivo de los primeros, encontrando siempre novedades interesantes y un espíritu crítico muy saludable. Veo que la genuflexión y la venia no forman parte de su diccionario, cosa que alabo, y el culto a lo sagrado, ese fementido statu quo que apesta, no es de su gusto...Pero al igual que toda iconoclasia puede terminar su curioso círculo siendo a su vez excluyente y elitista... ¿Sólo para iniciados? ¿Es posible que se avengan a recibir colaboraciones literarias, breves, de aspirantes a escribidores, por ahora, desconocidos? SECOND TIME. Amanecerá y veremos, dijo el ciego. Ya les escribí una vez y sólo el silencio total me hizo eco. Carlos A. Manrique M.