La obra “Que duermas bien Alfonso”, versión libre del cuento de la escritora sueca Gunilla Bergström, es una deliciosa pieza que recrea desde la cotidianidad un momento intimo y afectivo de la vida familiar. Con el lente fantástico del teatro de títeres y la animación hecha a la vista del público, se aborda la relación entre padre e hijo, en donde la ternura sustituye el viejo truco autoritario con el que suele enmascarase el adulto. Esta singular puesta en escena está cargada de sutil ironía, belleza exquisita, gran colorido y una música que late al ritmo de ese instante propio de la vida compartida. La Libélula Dorada es un grupo dirigido por Iván Darío Álvarez, dramaturgo, co-director y co-fundador del teatro La Libélula Dorada. Su meta como colectivo es sumergirse una y otra vez en lo desconocido y viajar sin descanso por los mundos infinitos de la ficción, guiados por el capitán Nemo, cuyo nombre misterioso significa “nadie”, signo lingüístico al que nos acogemos como símbolo contra todos los egos inflamados, porque como dice el escritor Ray Bradbury: “si el arte no nos salva como desearíamos, de las guerras, las privaciones, la envidia, la codicia, la vejez ni la muerte, puede en cambio revitalizarnos en medio de todo”. Y ese ante todo significa que nuestra fantasía no se somete ni necesita dioses ni amos que le mutilen las alas a la imaginación. Nuestra musa es libertaria y nuestra elástica bandera es el viento.
El jueves 20 de agosto a las 7 pm. Y los domingos 23 y 30 de agosto a las 11: 30 am.
Libélula Dorada Cra. 19 No. 521-69 Tel 2498658
La obra “Que duermas bien Alfonso”, versión libre del cuento de la escritora sueca Gunilla Bergström, es una deliciosa pieza que recrea desde la cotidianidad un momento intimo y afectivo de la vida familiar. Con el lente fantástico del teatro de títeres y la animación hecha a la vista del público, se aborda la relación entre padre e hijo, en donde la ternura sustituye el viejo truco autoritario con el que suele enmascarase el adulto. Esta singular puesta en escena está cargada de sutil ironía, belleza exquisita, gran colorido y una música que late al ritmo de ese instante propio de la vida compartida. 