Por J.J. Guzmán Abella
Tras los versos de Job es el título de la obra que resultó ganadora en el Concurso Nacional de Poesía Porfirio Barba Jacob, entregado por
Quienes han conocido la obra de este poeta bogotano nacido en 1962, dan cuenta del rigor de su palabra, del peso que adquieren sus versos en metáforas cuyo fin último es poner de relieve el poder creador del verbo.
En éste, su tercer libro, la voz del poeta se alza para ennoblecer el trasegar de los desesperados; se sumerge en las preguntas: “¿Dios, la tierra dejará de ser fangosa? / ¿Hasta cuándo el temor se alojará / sobre la pierna del marginado, / en su llanto que prefiere morir anónimo, / muy lejano, sin resplandor?” Pero sabe que no habrá respuestas del creador a sus interrogantes; confía su voz al viento porque conoce el conjuro del olvido, por eso sentencia: “Trama y urdimbre del tiempo, / sobre las rocas el mudo valor de las palabras”.
El libro, dividido en cuatro partes, traza un periplo por las coordenadas del desamparo y la miseria, de la mascarada de los idólatras, aunque el poeta, como el viejo Job, no pierde su norte; se reconoce entero en la escena; exorciza el miedo con serenas sentencias: “Vivimos sentados sobre la sangre y sin embargo otros / hablan de la pequeña habilidad o la breve tolerancia.” Una vez más Job indaga al Creador, pero sus dudas son a la vez la certeza del justo; en este sentido, la obra de Gabriel Arturo Castro, desde Libro de alquimia y soledad (1992) ha evidenciado una búsqueda personalísima de la integridad y con tal propósito ha labrado versos que ponen de manifiesto la relación entre el actuar y el decir. La suya es una obra sólida que se abre un lugar destacado en la reciente historia de la poesía colombiana sin hacer concesiones a nadie ni a nada.
Al decir de Víctor López Rache, Tras los versos de Job, “es lamento rabioso y despojado de preciosismos estériles y precisiones forzadas. Es el lamento poético de un tiempo. Es el lamento que deja una historia escrita, libre de palabras plenas que, obvio, no pueden usar los seres destrozados que han elegido expresar los vaivenes de su alma con palabras rotas.”