SOBRE LAS BASES. Confabuladores: Digan en sus páginas que Colombia está a punto de volver a perder su soberanía, tal y como ocurriera en el tiempo de la transacción leonina del canal de Panamá, como ocurrió durante varios de los gobiernos del mal llamado Frente nacional, como pasara con el vil saqueo al que la sometió alguna vez la compañía bananera que echó raíces y plomo para defender sus intereses de la hambruna popular, como pasó en la época del Doctor Turbay prácticamente todos los días, y como pasa con frecuencia: triste mito de nuestro eterno retorno. La autorización de las bases militares, hecho que se registra ya como algo pasado de moda en América Latina, nos deshonra y nos da un puesto miserable en la historia universal del deshonor-. Con un abrazo confabulado. Mauricio Cardozo.
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AUSENCIA DE EROTISMO. Para los atractivos miembros de Confabulación: Siempre estoy presa de una gran emotividad cuando recibo los correos de Con-fabulación. Y creo que cualquier criatura despierta lo estaría. Hay mucha electricidad y ana gran corriente de aire en sus apariciones. No obstante, bellos redactores de insolencias, he notado que no han vuelto a darle espacio al deseo, o, por lo menos, no todo el que deseamos los perseguidores. Cómo sería de bueno contar próximamente con una hembra como Anais Nin o con un arrogante blasefemo como David Herbert Lawrence. Lean esto como el llamado de un mujer sedienta. Con abrazo fervoroso y un ardor incofesable. Narda Fiory
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