Homenaje a Blanca Varela

Con su muerte desaparece una de las últimas figuras del surrealismo, al que tinturó con una mirada singular, conjuntándolo con latencias latinoamericanas y obsesiones personales. Nunca abandonó su linaje de peruana a pesar de que una buena parte de su vida transcurrió en el viejo continente. Nació en Lima en 1926 y murió en la misma ciudad el pasado 12 de marzo. Mantuvo una amistad inquebrantable con Henry Michaux, Octavio Paz –quién le dedicó un ensayo magistral-, Jean Paul Sartre, Sebastián Salazar Bondy, Alberto Giacometti y Fernand Léger... Entre sus libros más conocidos se cuentan: Ese puerto existe, Luz de día, Valses y otras falsas confesiones, Ejercicios materiales, El Libro del barro, Concierto animal, Canto villano, la Antología Como Dios en la nada y el Falso teclado.



CURRICULUM VITAE

digamos que ganaste la carrera
y que el premio
era otra carrera
que no bebiste el vino de la victoria
sino tu propia sal
que jamás escuchaste vítores
sino ladridos de perros
y que tu sombra
tu propia sombra
fue tu única
y desleal competidora.



ESCENA FINAL
he dejado la puerta entreabierta
soy un animal que no se resigna a morir

la eternidad es la oscura bisagra que cede
un pequeño ruido en la noche de la carne

soy la isla que avanza sostenida por la muerte
o una ciudad ferozmente cercada por la vida

o tal vez no soy nada
sólo el insomnio y la brillante indiferencia de los astros

desierto destino
inexorable el sol de los vivos se levanta
reconozco esa puerta
no hay otra

hielo primaveral
y una espina de sangre
en el ojo de la rosa.